Ya pasé la pubertad. Ya pasé esa edad en la que supuestamente está permitido tener acné porque “te estás desarrollando”, y, sin embargo, sigo teniendo mi rostro lleno de imperfecciones. De hecho, ahora luce igual o peor.
Si, lo pasé mal. No entendía por qué esto me pasaba a mi, por qué la gente a mi alrededor podía tener una piel perfecta, y yo no.
No puedo decir que siempre fui segura de mi misma como ahora. El acné es un factor que sin duda te da inseguridad, pero ya es parte de mi, y hasta lo aprendí a querer. No fue fácil, pero lo hice. Me ha tomado años hacer las paces con mi rostro, pero hoy lo agradezco.
@valentinevh
Tras años de haber sufrido por las manchas rojas de mi cara, decidí cambiar mi suerte. Mi dermatólogo me dijo que no había tratamiento alguno que pudiese curar mi problema, podía reducirlo pero jamás curarlo. Ante eso, simplemente me di cuenta de que tenía dos opciones. Mi cara estaba llena, pero llena de acné, y eso era una realidad, podía esconderme y no salir de mi casa por el resto de la vida, o simplemente aceptarlo, y eso fue lo que hice.
Decidí simplemente vivir con él, hacer las paces con él, aceptarlo, quererlo como algo mío. Así como hay personas que deben vivir con otras afecciones, acepté que yo tendría que vivir con mi acné. Me di cuenta de que mi piel no valía todas esas lágrimas derramadas, y que mi piel no me definía. Efectivamente tengo miles y miles de cosas buenas, y la piel simplemente no es una de ellas. Pero tengo increíbles amigos, tengo pasiones, sentido del humor, fortaleza, perseverancia, fuerza, ganas, resiliencia, valentía, coraje, y un sin fin de cualidades más.
@khakisun
Muchas veces me dije a mi misma que no importaba cuánto me arreglase, mi acné me haría ver espantosa igual. Parte de aceptar mi acné, fue decidir no faltarme el respeto nunca más y jamás volver a decirme a mi misma fuertes palabras como esa. No te permitas pensar que no mereces algo por tu piel, o que tu belleza depende de eso. Permítete hacer todo lo que quieras, pues el acné no debería ser una limitación.
A veces también me gusta pensar en mi acné como una marca de nacimiento, algo que simplemente me hace ser quien soy, me hace yo. Pienso, después de todo, que sin mi acné simplemente no sería la persona que soy hoy. El haber pasado por esto me ha hecho una persona fuerte y resistente, que el día de hoy, nada le afecta.
Porque la gente me puede mirar, puede ser incluso grosera, pero eso simplemente ya no me importa.
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