Nos enfocamos mucho en vernos bellas. En que tengamos la menor cantidad de imperfecciones posibles, peor muchas veces eso se refleja más para nosotras mismas que para el resto. Nuestra percepción y vista se ven envueltas en un análisis microscópico de qué es lo que hay en nuestro rostro y cuerpo. Después de todo, no por nada dicen que siempre uno es el peor crítico de sí mismo.
El maquillaje no tiene nada de malo, pero esa no es la única manera en la que tratamos de “arreglar” lo que creemos que necesita retoques. Las cirugías van cada vez más en alza, además de cómo nos complementamos con nuestro vestuario, o el retocar fotografías que le exponemos al mundo. Hay miles de maneras en las que nos podemos querer cambiar.
Marta Lozano.
Pero a veces, el mejor accesorio y complemento que podemos tener, está en nosotras mismas. Y no nos cuesta ningún peso.Porque es tan simple como sonreír. No importa qué tanto maquillaje lleves puesto, o si tienes la ropa de última moda que hace ver tu cuerpo genial, o sea lo que sea que hagas… no es suficiente si no te sientes bien contigo misma, y no se nota ni un poquito en tu rostro.
Marta Lozano.
Deja que la vida te sorprenda. Si crees que la rutina te ha consumido y ya no sabes cómo sentir agrado por las cosas cotidianas, entrénate de nuevo. Sonreír es lo que todos ven, cambia toda tu cara y resalta los atributos más hermosos que puedes tener. Enfocará tus ojos y resaltará tu boca, y te dará una nueva perspectiva de todo. Sonriendo, tú cambias por dentro y por fuera, y el resto lo nota.Al final es un círculo vicioso, pero de los buenos. Puedes seguir maquillándote, vistiéndote como quieras, tomar los tratamientos de belleza que creas pertinente – definitivamente eso es decisión de cada una. Pero nadie podrá negar, que la manera de verte más linda, es regalarle cada día una sonrisa al mundo.
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